Reflexiones... ¿navideñas?

Esta es la primera navidad que paso sola, es decir, separada.

¿Qué tendrán estos días que nos revolucionan los sentimientos de esta extraña manera?

Aquí estaba yo, con mi nuevo mundo tan contenta y de repente ¡zas! una mezcla surrealista de sentimientos y bajones se apodera de mi espíritu navideño. Vaya tela.

Esto sí que no me lo esperaba, me ha pillado con la guardia baja. Bajísima.

Yo, que estaba organizando el Jingle Bells tan contenta, con mil ideas en la cabeza, y en el momento de la verdad una traicionera melancolía de no-se-qué me atiza por la espalda.  ¿Pero tú de dónde .... sales?



Y yo, ingenua de mí, que intento echarla y nada, se me agarra a las entrañas y no me suelta. Viene Papá Noel, deja regalitos, veo a mi pekeñaja jugar durante un buen rato, estoy como omnubilada, triste, y me enfado conmigo misma. Tonta, tonta, tonta.

Mañana es Navidad y se me habrá pasado. Será un día maravilloso, me digo yo, ingenua de mí...

Día de Navidad: ciclogénesis explosiva. Gracias. Todo un detalle. Como si ya de por sí no afectara suficiente el mal tiempo a mi estado de ánimo...

Intento sonreír. Resultado: mueca. Vaya... El panorama se presenta muy alentador...

Transcurre el día, inevitablemente casero, con la misma tónica de la Nochebuena. Vaya postal. Menos mal que los juguetes nuevos acaparan prácticamente toda la atención de la pequeña de la casa.

Día 26: me levanto y al cabo de un rato caigo en la cuenta: estoy contenta. Estoy normal. La cosa ha desaparecido. Mí no entender.... ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está la Navidad? ¿Dónde he estado yo? Madredelamorhermoso....

Bueno, pues voy a aprovechar que hoy tengo un buen día y no llueve demasiado. Paseamos, reímos, jugamos, vamos a ver un belén de Playmobil, una exposición de fotos, y merendamos en una pastelería. Ha sido un día genial. Y navideño.

No entiendo nada. Enfín...  El año que viene estaré preparada.

Y yo me pregunto.... Si en Reyes la pequeña está con su padre, ... ¿¡Qué será de mí!?