No sé muy bien cómo enfocar este post, quizá el más difícil que haya escrito... Hace mucho que no posteo nada, por circunstancias personales, por falta absoluta de tiempo...
Y hace unas semanas que me van llegando nuevos "me gusta" de Facebook, twitter, etc, y siento como si de repente el blog me llamara para que vuelva, o serán mis ganas... Se me ocurre mirar las visitas: miles y miles de visitas nuevas desde la última vez que lo miré, hace muchísimo... Anonadada. Pensaba que al no "moverlo" se habría estancado, por eso ni lo miraba, por no verlo apagarse....y cuál ha sido mi sorpresa al ver que ha ido subiendo y subiendo. Después de eso no puedo resistirme a enfrascarme de nuevo, dentro de lo que pueda, en mi rinconcito blogger. Me hace una ilusión brutal.
Mi situación ha cambiado un poquito en este año, porque me lanzé a abrir un negocio físico, y me ocupa todo el día y gran parte de mi energía mental. Mi peque está estupenda, preciosa, para comérsela.
¡Aquí la prueba!
Seguimos con la lucha de la enfermedad de mi madre, pero enfín, ahí estamos. Al día a día.
Así que aquí estoy, más cansada, más superwoman y más revolucionaria que nunca!!
Eso sí, la sonrisa no la pierdo. Siento que esta época de mi vida está siendo un aprendizaje increíble, me estoy conociendo profundamente, mis límites, mis objetivos, mis prioridades...todo.
E irremediablemente destilando la esencia de la vida, de la felicidad, de la sabiduría vital... Y aunque a veces (muchas) parece lo contrario, la vida nunca te pone en el camino nada que no seas capaz de resolver. Y teniendo eso claro parece que muchas veces los problemas se vuelven un poquito más livianos, lo que te da más distancia y más capacidad de solventarlos. Teniendo claro además que siempre van a pasar cosas buenas y cosas malas, preparado mentalmente para que no todo sea bueno, parece que se afronta mejor. Marcan la diferencia los detalles, las actitudes y la fuerza. Y sobretodo el sentido del equilibrio, tanto físico como mental, la gran enseñanza primera del Ayurveda...
Es imposible estar en absoluto equilibrio pero querer alcanzarlo te encamina mucho.
Meditar, visualizar, aceptar... Es tan determinante, no lo que te pasa, sino cómo lo enfocas y lo recibes... Puedes tener una vida patas arriba (en cuanto a las circunstancias que no podemos elegir) pero una paz interior sólida y no desesperar ni rendirte ni volverte loco. Y eso es el mayor regalo del aprendizaje vital. En nuestra sociedad parece que está prohibido o es malo sentir ciertas cosas como tristeza, soledad, cosas así, siempre intentando contrarestarlos, y no hay nada más revelador que dejar fluir los sentimientos libremente, es decir, igual que le damos espacio a la alegría para ser, sentir y vivir el momento de tristeza o similar, dejarla salir, sin retenerla o taparla, darle espacio para manifestarse y que no se enquiste dentro es liberador, y hace sentir liviano.
No hay sentimientos buenos ni malos, simplemente deberíamos fijarnos en lo que sentimos y no reprimirlos. Porque duran un periodo corto de tiempo, así que sabemos que pasarán ¿para qué preocuparse más de la cuenta?
Es algo que parece muy simple pero lleva tiempo interiorizarlo e integrarlo en el alma.
En breve vuelvo con un poquito de AYURVEDA ;)
Mamá.
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