Pues sí.... Malas noticias, no del todo, pero... el martes nuestros vecinos, los gorriones afincados en las palmeras de nuestra calle, que alimentamos a diario con las migas del pan, atacaron sin piedad a nuestras queridas lechugas.... Un drama, las dejaron en chasis. Desagradecidos... Hay que ver... Pero se van recuperando favorablemente, las hemos trasladado detrás del cristal del salón, tienen mucha luz y ¡¡están al abrigo de esos seres despiadados!! El domingo colgaré las fotos de su estado actualizado... Snif, snif...
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